Ayyy y que ilusión más grande nos hace. Primero cuando son bebés, deseamos que le salgan los dientes, ¡están más monos con 4 dientecitos!. Luego cuando ya los tienen todos, esperamos ansiosos a que empiece a moverse alguno y que El Ratoncito Pérez nos visite, y finalmente, una vez todos los dientes cambiados, procuramos que entonces, no se caiga ninguno.

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Fuente: Free Images

 

Es la ley del diente: sale-se cae-sale y ¡que no se mueva! .

Seguro que los que tenéis niñ@s en edad del cambio de dientes, en torno a los 6 años, sabéis de lo que os hablo.

 

 

Momento “Mamá se me mueve un diente”

Ese peque que nos llega con cara de susto y asombro a la vez, que nos mira y nos dice:

– ¡Mamá, se me mueve un diente!- Y tu le miras, lo compruebas mientras el escruta tu cara, tu reacción, y entonces dices:

-¡¡Si!! que bien, ¡¡va a venir el Ratoncito Pérez!!-

Y entonces el peque, cambia esa cara de susto-asombro por alegría y curiosidad.

-Biennn, ¿el Ratoncito Pérez? – dice dubitativo.

-Si, se lleva los dientes de leche que dejas debajo de la almohada y te deja un regalito a cambio.-

Y claro, eso de que un ratón, venga por la noche, se lleve el diente que se te ha caído y te deje a cambio un regalito, mola eh….

Y ahí tenemos al peque, enseñándonos cada 20 minutos ese diente que se tambalea delante y atrás, que da más repelús que otra cosa, deseoso de que se caiga y que ese Ratoncito venga y se lo lleve. Pero es que esto se repite con el primer diente, con el segundo, el sexto, y así con todos… y ¡ay del día que al Ratoncito Pérez se le olvide pasar por casa!! ains ains… tendremos que volver a dejar el diente debajo de la almohada y decirle antes de acostarnos: “Ratoncito Ratoncito, acuérdate de pasar por nuestra casa, que el diente de “Pepito” te está esperando….”

Si es que la noche anterior tenía muy cargado el saco de dientes y seguramente no pudo recogerlo ¿verdad?. A mis peques les quedan muchos que caerse aún, y el Ratoncito Pérez alguna vez ha tenido el saco muy lleno y no pudo pasarse por la noche en cuestión, ¡pero no pasa nada! .Siempre nos deja un detallito tarde o temprano.


Los dientes de leche comienzan a cambiarse en torno a los 6 años de edad. Será entonces cuando les salgan las primeras muelas definitivas y empiecen a moverse los dientes de abajo. En general, empezará a cambiar los dientes en el mismo orden que le salieron.

¿Y si le salen por detrás de los dientes de leche?

Porque esto pasa, a mi hija le pasó, de repente se encontró con 4 dientes abajo. Pues nada, si salen por detrás no pasa nada ya que los de leche se irán moviendo y desplazándose hacia delante para dejar sitio a los definitivos. Además, la lengua va empujando inconscientemente y los coloca en su sitio. Que listo es el cuerpo humano ¿verdad?

¿Y si salen por delante? 

Pues aunque no es frecuente que ocurra, una visita al dentista para que le revise y listo, no hay ninguna complicación.

Si se le mueve mucho pero no termina de caerse, ¿debo quitárselo yo?

No, es mejor que el niño con la lengua se lo mueva, y en poco tiempo lo tendrá fuera. No se lo toquéis con el dedo, ya que tiene gérmenes que pueden pasar a la boca.

Si le molestase mucho, podéis acudir a que se los quiten en consulta, pero mejor si el peque se lo quita él.

A mi hijo no termina de salirle los colmillos… (pregunta de una lectora)

Debes llevarle al dentista, le hará una panorámica para poder ver dónde están los colmillos, si se encuentran muy arriba, controlar a qué velocidad van descendiendo o en algún caso, si carece de ellos.

¿Soluciones? tu dentista te puede contestar a ello, pero seguramente habrá que ayudar un poco si no terminan de bajar, ya sea con ortodoncia o cirugía. Pero no os asustéis, no es tan grave como parece. Os recomiendo que habléis con el dentista, el os explicará todo encantado.

¿Tienes alguna pregunta relacionada con la salida de los dientes definitivos? Pregúntamela!

Y en vuestras casas, ¿ya os ha visitado ya El Ratoncito Pérez?. ¿Alguna vez ha tenido el saco muy lleno de dientes?