La salud bucodental de nuestros hijos es fundamental, el acostumbrarlos a tener unos buenos hábitos de higiene bucal permitirá que tengan una boca sana no solo durante su época infantil, sino a lo largo de toda la vida.
Para que nuestros hijos tengan esa boca sana que todos queremos lo que debemos hacer, aparte de mantener una buena higiene bucal diaria, es acudir regularmente a nuestro dentista de confianza y cumplir con regularidad ciertos hábitos de vida saludable.
Si vivimos en Granada, ese profesional de confianza es sin duda Travesi Granada, que es uno de los centros de referencia en lo que a ortodoncia infantil (y adulta) de la ciudad.
Como mantener una buena higiene dental.
Todos tenemos claro que la mejor manera de mantener una buena dentadura es cuidarla, y para ello deberemos hacer lo siguiente:
- Cepillarnos los dientes dos veces al día, sobre todo es importante hacerlo antes de acostarse, durando el cepillado como mínimo 3 minutos.
- El cepillado de los dientes debe ser suave, con movimientos circulares, y usando una pasta dental con flúor, y es muy importante cepillarse también la lengua o usar un limpia lenguas.
- Usar hilo dental, que elimine la placa bacteriana en las superficies interdentarias de difícil acceso, reduciendo así las probabilidades de desarrollar caries en estas superficies y enfermedades de las encías.
- Ir al menos un par de veces al año a nuestro dentista para que nos haga una buena revisión.
- Realizar a los 6-7 años una primera consulta al Ortodoncista para descartar factores que influyan en el desarrollo de la maloclusión y/o alteraciones de la erupción dentaria y el crecimiento y desarrollo de los huesos maxilares.
En Travesi Granada nuestro odontólogo ortodoncista lo primero que hará es revisar la salud bucodental de nuestro hijo, en caso de encontrar algún problema se recomendara la revisión odontológica, ó se realizaran fotografías, modelos y radiografías, para un estudio más detallado de cada caso.

A la hora de estudiar una maloclusión o posible problema ortodóncico es muy importante un estudio pormenorizado y se informará sobre el problema de ortodoncia que presenta nuestro pequeño, ya que muchos de estos problemas están relacionados con el crecimiento y la formación de dientes en desarrollo y esto hay que analizarlo con radiografías entre otros registros diagnósticos.
Obviamente, no solo se dará información sobre el problema, se ofrecerá lo más importante, la solución a ese problema de ortodoncia que presenta nuestro pequeño, con un abordaje interceptivo o con una primera fase de tratamiento.
La primera visita de nuestro hijo al dentista.
Lo ideal es que la primera visita de control al dentista se haga sobre los 6 años, ya que en ese momento empiezan a desaparecer los dientes de leche y a aparecer los dientes definitivos. Si sospechamos que el niño puede tener caries u otras alteraciones odontológicas deberíamos consultar al dentista antes. Con respecto a problemas ortodóncicos la edad de los 6-7 años es considerada por la mayoría de las sociedades de ortodoncistas, la más indicada. Pero si antes observamos alguna anomalía, es posible consultar antes para salir de dudas.
Es importante venir en este momento porque así podemos controlar perfectamente que los dientes afloren de la forma correcta, y podemos rectificar cualquier problema con mayor facilidad. El tratamiento temprano de algunos problemas es el mejor abordaje para minimizar esfuerzos, intervenciones, costes y molestias.
En nuestros pequeños es cada vez más habitual encontrar problemas de espacio o alteraciones de la mordida y una detección de este tipo de problemas en edad temprana nos evitan a la larga cirugías o extracciones o tratamientos complejos e invasivos y eso es algo que sin duda nuestro hijo, nos agradecerá.
En estas edades tempranas se suelen realizar tratamientos relativamente cortos y sencillos, utilizando los aparatos necesarios para expansiones de los maxilares, estimulo o freno del crecimiento mandibular o maxilar. Todo lo que hagamos tempranamente, porque esté indicado, será una clara ventaja para el futuro y tiene muchas connotaciones positivas en el desarrollo general del niño.
Lo más importante
Debemos tener claro es que la higiene bucodental de nuestros hijos es un trabajo de hormiguita, un “riego por goteo”, un hábito que se adquiere tras un esfuerzo diario. Nuestros hijos adquieren hábitos saludables cuando observan de forma repetida un modelo a seguir y cuando nosotros insistimos y ayudamos diariamente a la adquisición de este hábito de forma sistemática y no quebrantable. Tienen que integrar en su día a día que es sumamente importante limpiarse bien los dientes cada día
Esta limpieza diaria (recordemos un par de veces al día) la haremos con un cepillo de cerdas suaves, cepillando todas las superficies del diente con movimientos circulares, limpiaremos también la lengua. Para limpiar entre los dientes deberemos usar hilo dental y el cepillado se realizará con una pasta dental con flúor.
Debemos guiarles para que sean autónomos en esta tarea, pero también revisar y repasar que lo han realizado correctamente, y enseñar y rectificar lo que no esté bien hecho.
Siguiendo estos pequeños consejos y visitando 2 veces al año a nuestro dentista tendremos una boca sana que nos permitirá tener una sonrisa divertida con la que comernos el mundo y contribuiremos a la prevención de problemas bucodentales, cuanto menos tengamos que remediar o tratar, mejores profesionales y educadores seremos.
Muy buen artículo, sin duda el vigilar la salud de los dientes de nuestros hijos es importantísimo